Comentario sobre Sopi: Arquitectura al pie de la letra

Existen muchos libros que tratan sobre los patrones ornamentales presentes en las grandes civilizaciones clásicas —tales como la egipcia, la griega, la romana o la etrusca— y últimamente utilizados como referentes provenientes de la arquitectura contemporánea, en particular en 1800, como los tratados de Racinet o DuPont- Auberville reeditados en español recientemente. Sin embargo, poco se ha explorado sobre dichos motivos en América latina.

La tradición del diseño cromo-tipográfico desde referentes que provienen de la antigüedad como grabados en vidrio, metal, joyas, textiles, baldosas o cerámicas reflejan una técnica de continuidad y repetición modular en el espectro bidimensional que fue ampliamente utilizado en el diseño de libros. De la mano con dicha tradición, la ornamentación formó parte de los juegos de tipos móviles, los cuales han sabido ganar espacio desde la aparición de la composición digital y los consiguientes desarrollos de fundidoras independientes como Emigre, pensados para acompañar sus revivals y diseños contemporáneos.

Si bien el rescate de estos elementos que forman parte de nuestra reciente historia como continente no ha sido considerado materia particular de estudio en las cátedras de ilustración o de tipografía en relación a las escuelas de arquitectura, Sopi ofrece la oportunidad de salir del contexto de la baldosa para generar un sistema de escritura de signos, con la posibilidad de probar capas de colores según sus formas o considerando tramas regulares y esquinas para generar una textura uniforme, que perfectamente puede formar parte de una aplicación en diseño textil, separata de libros, papel mural o tramado como vestimenta, con el valor agregado de la identidad local para ser comercializado en la industria del diseño, y con la dificultad que implica la sistematización en el dibujo a escala tipográfica.

Es de suma importancia destacar este tipo de ejercicios tipográficos como ejemplo para estimular a que más diseñadores e ilustradores se motiven a desarrollar tanto revivals como reinterpretaciones basándose en la imaginería precolombina.


Miguel Hernández

Diseñador Gráfico de la Universidad del Biobío; fue el primer diseñador chileno envender fuentes en el extranjero, para Atomic Media (2003-2005)Crea experimentalmente el sitio Latinotype, la primera fundición chilena, con la tipografía Mote (2007); luego de un tiempo la reorganiza, ya más profesionalmente, junto a sus socios Luciano (2008) y Daniel (2010). Actualmente es profesor titular de Tipografía en la Universidad Diego Portales y Universidad de las Américas en Santiago deChileDentro de las tipografías que ha diseñado se encuentran las fuentes pixel -Llanquihue Pixel, Fundamental, Garadot, Maya, Fundamental, Azteca, Tekilla, Aymara, Minority, Dotic, Mezcal & Circa- y las tipografías para soportes impresos -Mote, Cadena, Black, Love, Chile Sans, Fiancé, Fatta y Mija.